lunes, 25 de febrero de 2008

La Puerta de Alcalá (Sabatini, 1778)


Este monumento madrileño es uno de los emblemas de la capital de España. Se ubica en pleno centro de la ciudad, en la Plaza de la Independencia y cerca de la entrada principal del Parque del Retiro. En la actualidad, la percibimos como un elemento aislado, pero esto no era así en una época en la que todas las grandes ciudades disponían de murallas, es decir, la puerta no estaba exenta, pertenecía a una muralla que ya bien empezado el siglo XIX aún continuaba en pie. Históricamente, era lo que se conocía como una puerta real. Había cinco puertas reales además de doce portillos. Ésta puerta servía de entrada al camino real de Aragón y Cataluña.

El monarca Carlos III, tras ver varios proyectos, encargó finalmente su construcción a Francisco Sabatini, que comenzó la obra en 1774 y la acabó en 1778.

Estructura

Arquitectónicamente, se puede englobar dentro del estilo del neoclasicismo. Se usaron como materiales de construcción piedra caliza blanca de Colmenar (Madrid), granito gris y un fondo de piedra barroqueña, que tiene una altura de 195 cm.
Responde en esencia a una imitación de un arco del triunfo romano, y como tal, se compone de un sólo cuerpo con cinco huecos. Los dos extremos son adintelados y los tres centrales abovedados con un arco de medio punto, el arco central es igual por ambas caras, pero en los demás en lo que sería la parte exterior de la ciudad se colocaron columnas de orden jónico, tenemos un total de diez columnas. En la parte interior estas columnas se sustituyen por pilastras. Hay una cornisa sobre los capiteles que recorre todo el edificio y sobre el arco central un frontispicio de forma circular, en el cual se sitúa mirando al exterior un gran escudo de armas. Sobre este frontispicio y a ambos lados se sitúa la placa con la inscripción latina: "REGE CAROLO III, ANNO MDCLXXVIII ".

Los adornos fueron esculpidos por distintos artistas. Las figuras de niños y trofeos militares colocados en el sotabanco, además del escudo de armas, fueron realizadas por Francisco Gutiérrez. Las cabezas de leones y las cornucopias que adornan los laterales son obra de Roberto Michel.

Curiosidades

El objetivo de dicho monumento era conmemorar y recordar la entrada del rey a Madrid. Se hace necesario decir que La puerta de Alcalá responde a un capricho del monarca, si se puede decir así. Existía una puerta anterior en ese mismo lugar que estaba dedicada a Margarita de Austria, esposa de Felipe III, pero cuando Carlos III llegó a la ciudad y pasó por dicha puerta no fue de su agrado. El monarca desaba un monumento más grandioso y mandó derribarla en 1764, y más tarde mandó construir la que conservamos en la actualidad y que ha sido y sigue siendo testigo de cuanto sucede en la ciudad.

Fuentes:

M. C. Escher




Maurits Cornelis Escher (1898-1972) es uno de los artistas del siglo XX más admirado por el gran público. Su nombre en la actualidad aún pasa desapercibido, pese a que la gran mayoría de los usuarios de la mensajería electrónica hayan recibido alguna vez un documento multimedia con las obras de este artista. Pues bien, es el momento de hacer honor al don de Escher y por fin identificar sus obras.

La relatividad (1953) es una de sus obras más conocidas e influyó en el rodaje de la película El laberinto de Jim Henson (1986).

M.C. Escher nació el 17 de junio de 1898 en Leenwarden (Holanda), era hijo de un ingeniero hidráulico. No fue precisamente un estudiante muy brillante, por ello repitió dos veces. La única asignatura que le estimulaba era Dibujo. Su profesor F.W. van der Haagen le enseñó la técnica de los grabados en linóleo y fue una gran influencia para Escher.

Bajo presión paterna, Escher comenzó a estudiar en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem, pero no tardó en abandonar sus estudios para adentrarse en el aprendizaje de la técnica del grabado en madera o xilografía de Samuel Jesserun de Mesquita, su maestro y máxima influencia.

Entre 1922 y 1935 se trasladó a Italia, en principio de vacaciones, pero después acabaría residiendo en Roma una larga temporada. De Italia le gustaban el clima y los paisajes. En 1924 en un viaje conoció a Jetta Umiker, quien se convertiría en su futura mujer y con quien tendría tres hijos.

Pero debido al tenso clima político que se avecinaba, Escher tuvo que abandonar Italia. En este período de su vida no tuvo una residencia estable, sino que viajó por varios lugares que no le inspirarían nada, como Suiza. Volvería a Italia esporádicamente, visitó Bélgica y también España, concretamente Granada y Córdoba, ciudades cuya belleza le dejaron asombrado. Tal fue así, que tanto la Mezquita de Córdoba como la Alhambra de Granada se reflejarán más tarde en sus trabajos relacionados con la partición regular del plano.

En 1941, huyendo de la 2ª Guerra Mundial, se muda a Baarn (Holanda). Allí viviría junto a su esposa y sus hijos. Hasta 1951 no se dedicó al comercio de sus grabados, había estado dependiendo económicamente de sus padres. Pero su lanzamiento al mercado fue bastante fructífero. Generalmente hacía copias de litografías y grabados por encargo, aunque también diseñó sellos, portadas de libros y algunas esculturas.

Debido al constante mal tiempo de Holanda, Escher deja de lado los grabados de paisajes y se centra más en su propia mente. Es un período en que su producción es muy regular. Es el comienzo del estudio geométrico y matemático que hace Escher para realizar sus obras.

Day and night (1938)

Entre 1955 y 1962, Escher realizará sus trabajos más complejos y minuciosos, en los que figuran las arquitecturas imposibles. Tras el año 1962, sufrió una operación que debilitará su salud y en consecuencia disminuirá su producción. En 1972, Escher fallece en el norte de Holanda.

Belvedere (1958), una clara muestra de las Arquitecturas Imposibles.

A lo largo de su vida, Escher realizó más de 400 litografías y grabados en madera, y unos 2.000 dibujos y borradores, pero acabó destruyendo algunas de las planchas para que no se realizaran más reproducciones de sus originales. Después de su muerte, muchas de sus obras fueron vendidas masivamente y esparcidas por el mundo, aunque queda un grupo importante expuesto en el Museo Escher en La Haya, Holanda.

Escher: un artista diferente

La gran mayoría de expertos y críticos coinciden en que Escher resulta difícil de clasificar dentro de los movimientos artísticos. No pretende transmitir mensajes ni sentimientos, no le interesaba mucho la realidad ni la humanidad, sino que prefería plasmar situaciones, juegos visuales y guiños al espectador, todo aquello que pasaba por su imaginación y creía digno de mostrar al público. Según expertos, la obra de Escher se caracteriza por su dualidad y la búsqueda del equilibrio, la utilización del blanco y el negro, la simetría y el infinito frente a lo limitado.

Los críticos también dicen que “es el artista que mejor ha reflejado gráficamente el pensamiento matemático moderno”, “aún sin ser matemático, sus obras muestran un interés y una profunda comprensión de los conceptos geométricos”.

Fuentes:

domingo, 24 de febrero de 2008

Orson Wells (1915-1985)


Intentaremos en unas pocas líneas decir quién fue Orson Wells. Sólo con oír su nombre nos viene a la cabeza "Ciudadano Kane" o "La guerra de los mundos". Quizá nos olvidamos del gran maestro indiscutible que fue para los medios de comunicación, pero puede decirse que su vida estuvo dedicada a ellos, teatro, radio, televisión, etc.

Fue director, actor, guionista y productor. Podemos considerarlo un genio del cine. Fue uno de los mayores impulsores del Séptimo Arte y todo lo que este conlleva. Esto hizo que fuera un pionero en la estética del cine y sus recursos narrativos. Se atrevió a innovar y renovar conceptos, nos dejó un legado de películas imaginativas y llenas de fuerza. Además llego a ser un personaje muy influyente en su tiempo.

Inicios:

La primera aproximación de Wells al mundo del espectáculo fue como actor de teatro. En 1918 debuto en una representación de "Sansón y Dalila" en la ópera de Chicago. A los 10 años de edad adaptó, dirigió e interpretó él mismo "Doctor Jekyll y Mr. Hyde" en un camping de Indianola, además de "Scoorge" de Dickens en la Washington Grade school de Madison. Por supuesto hizo méritos para ser considerado un adolescente prodigio. Tras graduarse, trabaja como actor y en la puesta de escena de algunos espectáculos de las compañías Dublin Gate Theatre y Abbey Theatre en Irlanda.

Cuando en 1933 regresa a Estados Unidos es ya un magnífico intérprete que manifiesta su carácter inconformista y que no quiere limitarse a actuar. Empieza a trabajar en distintos ámbitos artísticos al mismo tiempo: dirige espectáculos contratado por la actriz Katharine Cornell; trabaja por primera vez en la radio, en la emisora CBS donde hace una adaptación de relatos literarios e históricos para The American School of the Air ; publica junto con Roger Hill Everybody´s Shakespeare, libros de teatro en los que versiones de dramas de Shakespeare se acompañan de ensayos de sus actores e ilustraciones originales de Wells. En su primer reto con el cine dirige el cortometraje de 5 minutos "The Hearts of Age" (1934).

En los cinco años siguientes sus actividades se centran en el teatro. En 1936 el productor Jonh Houseman le deja participar en el Federal Theatre y realiza allí: una versión de Macbeth sólo con actores negros o caracterizados como tal, Un sombrero de paja de Italia y Doctor Fausto. Los primeros problemas surgen cuando Wells y Houseman invitan al público a asistir a la lectura dramática del musical "The Cardle Will Rock" que el gobierno habia prohibido por razones políticas, obviamente se ven obligados a abandonar el Federal Theatre y en 1937 crean el Mercury Theatre con el que wells monta cincuenta espectáculos en dos años. Al mismo tiempo sigue participando en adaptaciones radiofónicas para la CBS llamadas Mercury Theatre on the Air. Dentro de esta serie se enmarca la famosa trasmisión de "La guerra de los mundos" en 1938.

Algo diferente

Ya en esta primera etapa Wells nos deja claro que no va a seguir las normas de los demás. Sus espectáculos son innovadores y distintos. Unen lo popular con lo considerado superior. En lo teatral cambia y corta los diálogos que no le gustan e innova con efectos sonoros y de luces en su puesta en escena. En la radio utiliza por primera vez la trasmisión en primera persona, siendo precursor del recurso de la voz en off.

El cine

En 1939 se traslada a Hollywood y firma un contrato con la productora cinematográfica RKO. Esta productora no es de las más grandes en ese momento, pero sí la más creativa, y le concede a Wells libertad total a la hora de hacer sus películas. Por su parte, éste ya tenía en mente una revolucionaria manera de rodaje.
Tras barajar varias posibilidades, su debut se realiza finalmente con "Ciudadano Kane" (1941). Cuenta el ascenso y caída Charles Foster Kane, un magnate de la prensa interpretado por el propio Kane. Destaca su compleja realización técnica, lo novedoso de su montaje y su distinta puesta en escena. La película es recordada por su fracaso en taquilla debido a la mala campaña de distribución que tuvo. A pesar de lo cual recibió nueve nominaciones a los oscars. Su segunda película con RKO fue "El cuarto mandamiento". El resultado fue estupendo a pesar de los cortes que la productora introdujo sin el conocimiento de Wells. Su nuevo fracaso en taquilla motivó la salida de Wells de la productora. Cabe decir que Wells relego el rodaje de esta película a un segundo equipo ya que estaba también participando como actor y productor en "Estambul" (1942) y otras colaboraciones en películas como "Alma Rebelde" (1944) y "Duelo al Sol" (1946) .

Sigue con su trabajo en la radio para la CBS y colaborando como periodista y conferenciante político cuando hace su tercera película como director: "The stranger" (1946). En ella se narra la búsqueda y el intento de identificar a un criminal de guerra nazi. Wells trabaja junto al productor San Spiegel y la única libertad que se le concede es en el campo de la imagen, por lo que muchas de sus ideas son rechazadas.

La siguiente será "la Dama de Shangay" (1948), película que Wells aceptará dirigir para financiar un préstamo hecho por el presidente de Columbia, y que parece brindarle una nueva oportunidad. Los productores no dejan al realizador la libertad que el desearía para dar verosimilitud a la historia, aún así éste se apoya en los diálogos para reflejarlo. A estas alturas Orson Wells está ya bastante desencantado de la exigencias de Hollywood. Como reconocido admirador de Shakespeare se propone realizar una trilogía sobre sus obras que empieza con "Macbeth" (1948). El fracaso comercial de esta película hace que emigre a Europa.

Europa

En nuestro continente rodaría películas y trabajaría como actor en numerosas producciones. Su objetivo es conseguir fondos para autofinanciar sus produccuiones. En su etapa europea destacan títulos como: "El Tercer Hombre" (1949); la segunda parte de su trílogia Shakesperiana: "Otelo" (1952) que se realizó en Italia y con la que ganó el festival de Cannes; o "Mr. Arkain" (1955) rodada con financiación española, película en la que un millonario contrata a un aventurero para que investigue sobre su pasado y que recuerda en su concepción a "Ciudadano Kane", pero no tuvo el éxito de su antecesora.

Tras diez años lejos de Hollywood y después de algunos trabajos para la televisión, su regreso se presenta con "Sed de mal" (1958). La historia se centra en la confrontación personal de dos policías, uno mexicano y otro estadounidense. La mano de Wells hace que se aprecie la tensión racial existente y posibilita la realización de planos impensables para otros con su indudable maestría. A pesar de la intervención de la productura Universal nos queda la excelente elaboración de planos y ritmo con la que Wells dota a la cinta.

A pesar de este gran acierto Wells, vuelve a trabajar en Europa donde comenzará su proyecto inconcluso de "Don quijote" (1955-1972). Otro de sus proyectos encargado por el productor Michael Salkin es "El Proceso" (1961), adaptación de una obra de Frank Kafka. Algo falla en esta película que, sin dejar de ser fiel al espíritu de su director, no tiene la fuerza de otras de sus creaciones. Entre tanto, Wells colaboraría como actor en otras tantas producciones como "Impulso criminal" (1959).

La culminación de su triología sobre Shakespeare es la película "Campanadas a medtianoche" (1965). Es un proyecto muy personal y logrado, cuyo guión esta basado en diversas obras del dramaturgo inglés. Se cree que en ella refleja a través del personaje principal su propio fracaso como hombre y cineasta. Posteriormente rueda para la televisón fracesa "Una historia inmortal" (1968). Los críticos dicen que se puede apreciar la perfección en esta película.

Reconocimiento

Como suele pasar con los grandes géneros, esta etapa de grandeza le llega a Orson Wells al final de su vida. Su grandeza es apreciada por todo el mundo y se suceden los homenajes y premios: el Film American Institute le concede un prestigioso premio a toda su carrera. Se solicita su colaboración en universidades y la presencia de su voz o su aparición en pequeños y grandes proyectos. Aún así los productores no parecen estar deacuerdo y le niengan la posibilidad de volver a estar tras la cámara, a pesar de lo cual no deja de escribir guiones y proyectos.

Nos quedan de esta época dos obras que logró llevar a término: "Fraude" (1973) y "Filming Othello" (1977). Éstos no son ficción narrativa sino ensayos cinematográficos en los que reflexiona sobre el oficio en el Séptimo Arte.

Es posible que la tosca obsesión de Wells por la perfección en todo lo que hacía haya echo que no finalizara la mayoría de sus proyectos. Esto se une a su mala suete y a la incomprensión por parte de los productores de Hollywood, que quizás no supieron apreciar a quien hacia algo diferente. Por suerte Wells no dio su brazo a torcer y aunque, no todo lo extenso que podría haber sido, conservamos algo de su arte.

Fuentes:

La Magdalena penitente (Pedro de Mena,1663-1664)


La Magdalena penitente es un claro ejemplo del lenguaje realista y lleno de emoción utilizado en la escultura religiosa española.

Esta magnifíca talla responde a un encargo que Pedro de Mena para la Casa Profesa de los jesuitas e Madrid, en uno de sus viajes a esta ciudad, la terminó ya en su taller de Málaga en 1664. Se aprecia en ella Influencia Castellana y se cree que está inspirada en otra Magalena que se encontraba en Las Descalzas reales de Madrid atribuída a Gregorio Fernández y anterior a la visita de Mena a Madrid.

El tema de la Magdalena penitente se utiliza como representación del arrepentimiento de los fieles cristianos, no es muy habitual en la época, ni en la escuela andaluza, siendo nuestro escultor uno de los pocos que lo trato, por eso no existen muchas esculturas de este tipo; sólo alguna replicas parecidas datadas posteriormente en Castilla. No existe ninguna en Andalucía donde el tema no tuvo mucho eco, excepto una replica labrada por el propio Pedro de Mena en 1667. Ésta era de pequeño tamaño y ha desaparecido en la actualidad.

Detalles de la obra

Pedro de Mena nos presenta una talla realizada en madera. Mide unos 165 cm, representada de pie, lo que es habitual en el escultor andaluz. Utiliza el patetismo, apreciado claramente en esta obra. Como puede verse es una escultura llena de sencillez contrastada por la cantidad de detalles que tiene, lo que ayuda a plasmar en ella un gran realismo que no pasa inadvertido. En esta obra, se presenta a una Magdalena de figura juvenil en la que se pueden apreciar perfiles hebreos. En oposición, el hábito de la Santa es rígido y de una áspera palma que oculta sus formas femeninas.

Es su sencillez y austeridaz lo que primero llama la atención. A pesar de tratarse de una escultura en coloreada, se aprecia una policromía suave y sobria basada en ocres, marrones y rojizos. Carece de demasiados tonos oscuros, para que ese poco contraste nos permita captar mejor el dramatismo presente en la obra. Esto hace que dirijamos toda nuestra atención al foco de mayor expresividad de la figura: su rostro.

El óvalo afilado, bello y de faciones grandes deja apreciar con claridad una mirada triste de ojos enrojecidos por las lágrimas. Además, la boca entreabierta y seca completan un gesto abrumado y de claro dolor que muestra todo su arrepentimiento. Su larga cabellera humedecida enmarca el rostro y cae por todo su cuerpo ayudando a resaltar aún más la sensación de pesadumbre que trasmite la obra, ya que parecen llevar su llanto hasta el suelo.

Las manos están modeladas de manera sencilla y elegante. Sujeta con fuerza en su mano izquierda un crucifijo, que contempla con gran pena y un asombro místico. Esta mirada parece transportarla lejos de lo terrenal haciendola estar más cerca de Dios. Con la mano derecha se oprime el corazón, evitando que se desborde, lo que indica su amor y devoción por Jesucristo.

El movimiento está presente en la obra plasmado en el detalle de su pie izquierdo que parece dar un paso y avanzar. Sin embargo, contrasta con el gesto y el resto del cuerpo que indican lo contrario.

Pedro de Mena

El artista nace en Granada en 1628, es hijo del también escultor Alonso de Mena. Cuando Pedro tiene 18 años su padre fallece legándole su taller. En Granada, Alonso Cano se fija en el talento del joven escultor y le propone que colaboren juntos. Esto benefició a Mena que, impresionado por la maestría de Cano, adquirió un aprendizaje que posibilitaría su gran desarrollo artístico. Aunque Cano introdujo a su pupilo en el mundo de la gran escultura, Pero de Mena pronto se diferenciaría de su maestro debido principalmente a sus diferectes carácteres.

Mena era un hombre muy religioso y devoto que se movía en círculos amistosos con obispos y clérigos. Destaca por esculpir figuras aisladas y no pasos procesionales como era habitual en los escultores religiosos de la época. Su seriedad y orden en el trabajo se reflejan en su obra. La clave de su éxito es que, sin ser su escultura muy imaginativa, supo plasmar en ella sentimientos y emociones de manera sencilla y llena de verosimilitud. El realismo sin estridencias acentuado por el patetismo son una constante en su obra. En ella nos muestra claramente la mesura y elegancia de la escuela andaluza a la que pertenece. Usa vidrio para ojos y lágrimas y su policromia no es nunca disonante siempre ajustada dentro de una gama que refuerza la sencillez de sus esculturas.

Recibe como primer encargo el coro de la Catedral de Málaga, y a esta ciudad se traslada estableciendo allí su taller. En uno de sus viajes a la corte recibe el encargo de San Francisco para la catedral de Toledo y La Magdalena penitente, siendo éstas sus obras más importantes. También podemos citar otras obras destinadas a la función de imaginería barroca como: San Diego de Alcalá, San Antonio y el Niño, San Pedro de Alcántara u otras tantas esculturas de santos jesuítas e Imaculadas.

Fuentes:

viernes, 22 de febrero de 2008

Maravillas de la Ingeniería

Después de hacer un recorrido por las Maravillas del Mundo Antiguo saltamos a la Edad Contemporánea, a las Maravillas de la Ingeniería del siglo XXI (y finales del XX). Las tecnologías modernas de construcción han permitido la creación de obras espectaculares en todo el mundo. Algunas de ellas las citamos a continuación:

El Ascensor Bailong

Está situado en Zhangjiajie, China. El ascensor Bailong es el más elevado y pesado en el mundo. Alcanza una altura de unos 1.000 pies de alto, aproximadamente 325 metros, y está adosado a un enorme acantilado.

Su fabricación en cristal permite a los pasajeros obtener magníficas vistas del terreno y del extenso valle que transcurre por debajo. Pero esta maravilla no está exenta de polémica. Hay cierta preocupación debido a su enclave y al posible impacto en el entorno natural a largo plazo.

El Viaducto de Millau

Se localiza en Aveyron, Francia, y tiene el récord mundial de altura con 340 metros (más alto incluso que la torre Eiffel), lo que hace que a veces quede por encima de las nubes. Recorre 2.460 metros de longitud soportados por 7 pilas de hormigón, previstas para aguantar las condiciones meteorológicas y sísmicas más extremas.

Es un claro ejemplo de turismo tecnológico, aunque trata de integrarse discretamente en el paisaje dominado por los valles del Tarn y de Dourbie. El arquitecto responsable de la obra es Norman Foster, quien ha proyectado la autopista desde una perspectiva funcional (para mejorar las comunicaciones y el tráfico) y de seguridad (con pantallas corta-vientos, alumbrados, teléfonos de emergencia, etc.).

G-Cans Project, las alcantarillas de Tokyo

La llaman “la Catedral” del Subsuelo de Tokyo. Este proyecto comenzó hace casi 13 años con un objetivo: dotar a esta ciudad japonesa de una estructura para almacenar grandes cantidades de agua y así evitar las habituales inundaciones en la época de los monzones.

Esta enorme alcantarilla, llamada G-Cans Project, tiene una columnata de 20 metros de altura y es la más sofisticada en el mundo, capaz de hacer frente a un tsunami. Sus cifras demuestran su grandiosidad: cada una de sus 59 columnas pesa 500 toneladas; es capaz de albergar hasta 44 millones de litros de agua; se conecta por túneles a lo largo de 6,4 kilómetros; el sistema dispone de 14.000 turbinas capaces de bombear 200 toneladas de agua por segundo; cada turbina consume la misma energía que el motor de un Boeing 737, etc. El resultado es de 12 años de trabajo y un coste total de 1.500 millones de euros.


Todavía no se ha podido comprobar su eficacia en caso de catástrofe, pero se ha aprovechado para venderla como reclamo turístico (aunque la entrada sea gratuita) y usarla en algunos anuncios y películas.


Fuentes:

martes, 19 de febrero de 2008

V de Vendetta (Hermanos Wachowsky, 2005)



La tercera Guerra Mundial ya ha terminado. Inglaterra está sometida a un régimen fascista que controla todos los movimientos de sus ciudadanos. Los contenidos no acordes con su ideología son censurados, los ateos son perseguidos por los esbirros del dictador, los homosexuales reprimidos y los discapacitados son objeto de experimentos crueles. Este es el contexto en el que comienza la historia del personaje V, alguien que surge durante esos momentos de oscuridad proclamando una revolución que devuelva el equilibrio a la sociedad.

Tal es el argumento que se narra en la película. Sus creadores se inspiraron en el cómic de Alan Moore, que escribió el guión del mismo, y David Lloyd, quien plasmó la historia en dibujos allá por los años 80. Éste tuvo problemas en ser editado, porque, inicialmente, fue creado para incluirlo en la antigua revista británica Warrior que fue cerrada al poco de publicarse los primeros números de V de Vendetta en 1984. Su argumento basado en las novelas 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Farenheit 451 de Ray Bradbury; y su género de ciencia-ficción e intriga impidieron que pudiera concluirse la serie hasta que, en 1988, tras el éxito cosechado por Alan Moore gracias a Watchmen, obtuvieran la confianza suficiente los inversores que pagaron su edición, que no fueron otros que los editores de DC Comics.

La película reproduce el cómic de manera bastante fiel. Introduce algún que otro cambio, como la profesión de la coprotagonista Evey, encarnada por Natalie Portman, que en el cómic es una prostituta que V, interpretado por Hugo Weaving, decide acoger y cuidar y, en la película, trabaja en un medio de comunicación, también controlado por el gobierno. El guión de la misma fue escrito por los hermanos Wachowski, ya conocidos por la impactante trilogía de Matrix, que se encargaron de dirigir y que introdujo un punto de inflexión en la historia del cine. Sin embargo, la dirección de V de Vendetta corrió a cuenta de James McTeigue, a cuyo cargo también han estado películas como Star Wars: Episodio II o Matrix (como ayudante de dicrección en ambas). Este tándem suscitaba algunas dudas antes del estreno de V de Vendetta , porque se dudaba de que fueran capaces de superar el listón que habían dejado las películas de Matrix. Sin duda alguna, el trabajo realizado fue excelente y no causó decepción alguna.

No puede negarse que tal éxito fue debido, en parte, a la historia original del cómic, el cual fue muy innovador en su género cuando vio la luz, ya que incluía infinidad de detalles simbólicos que otros cómics no. Por ejemplo, el traje que lleva V, no fue escogido arbitrariamente, sino que es el mismo que el de Guy Fawkes, un hombre británico que fue detenido justo antes de prender fuego al parlamento el 5 de noviembre de 1605 en venganza al rey, por las leyes injustas que había aprobado contra los católicos. Ese día es recordado colectivamente por los británicos en la actualidad. Por otro lado, Rafael Martín, traductor y escritor de cómics, cuenta que "V de Vendetta es todo lo que los cómics no se supone que son, porque la historia que aquí se cuenta, el mensaje de subversión que llega a proponerse, dista mucho de cuanto se había intentado antes (y se ha intentado después) en el campo de la historieta"
(http://www.drimar.com/users/bibliopolis/umbrales/umbr0021.htm el 19. 02. 2008 [22:03]).

Sin embargo, a pesar de las muy buenas críticas, la película no resonó mucho en las esferas de los galardones a la industria del cine. Aun así, da gusto ver películas como esta en las salas actuales, películas que equilibran el contenido, la forma y el entretenimiento, aquellas que quedarán para la posteridad.

Fuentes:
http://www.guiadelcomic.com/comics/v_de_vendetta.htm el 19. 02. 2008 (11:32)
http://www.imdb.com/title/tt0434409/companycredits el 19. 02. 2008 (21:50)
http://wwws.warnerbros.es/vforvendetta/ el 19. 02. 2008 (21:51)

Casablanca (Michael Curtiz, 1942)



La acción de la película se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial. Casablanca es una ciudad donde a pesar de ser fácil entrar, resulta muy complicado salir, en especial para todos aquellos que son perseguidos por los nazis. Miles de refugiados residen en Casablanca, la mayoría a la espera de un visado que les permita alcanzar Lisboa, puerta hacia la libertad que les proporciona Estados Unidos. El lugar de reunión habitual de todos ellos es el Rick´s Café. Su propietario es Rick, un americano idealista que tras sufrir una decepción amorosa se refugia en Casablanca y se mentiene alejado de toda lucha preocupandose solo por sí mismo y sin arriesgar su vida por nadie.
Todo esto cambiará una noche cuando como una refugiada más aparece en el Rick´s café Ilsa, el antigüo amor de Rick. Ella es ahora la esposa de Victor Lazslo, un líder checo héroe de la resistencia y principal objetivo de los nazis. Ilsa pide ayuda a Rick, le ofrece reanudar su amor a cambio de un salvoconducto para su marido. Rick se ve obligado a elegir, cualquiera de sus acciones puede tener consequencias.

Una pelicula sorprendente


Ya desde sus inicios, Casablanca es una película atípica y una caja de gratas sorpresas; incluso para la productora Warner que no pretendía más que hacer una más de sus 50 producciones anuales y en cambio ganó 3 oscars: mejor película, mejor director y mejor guión. Además tuvo otras 5 nominaciones: actor principal, actor secundario, fotografía , montaje y música original.

Está considerada por el Film American Institute una de las mejores películas de todos los tiempos, aunque no faltan quienes la consideran una película llena de errores y tópicos sólo valorada por su éxito popular.

Se estrenó en Nueva York en noviembre de 1942 y después en Los angeles en enero de 1943, tras el desembarco angloamericano en el norte de África. Estas fechas estaban bien calculadas ya que, aunque todos la recordamos como una bonita historia de amor, es en realidad una cinta de propaganda bélica.

Su rodaje ya comenzó de forma extraña. Se basa en la obra teatral "Everybody comes to Rick´s", texto que había sido rechazado por Brodway, cuando lo normal es que los guiones se basaran en las obras triunfadoras. Es sabido que se iban adaptando los diálogos sobre la marcha, incluso cambiándose de una día para otro, se barajan varios finales y la historia se crea poco a poco según se van escribiendo secuencias. Se empezó a rodar sin terminarlo cuando lo habitual era trabajar ya sobre guiones definitivos. Varios guionistas trabajaban en este texto, dándole cada uno su punto de vista y alterando el planning y el rodaje a menudo. A pesar de todo este caos, un estupendo trabajo de montaje final que logró poner en orden lo que parecía un montón de secuencias sin sentido y destacar además el gran trabajo de sus actores que lograron dar carácter a sus personajes. Esto ha hecho de Casablanca una película de esas que no se olvidan, sin ser una maravilla técnica, ni una joya de cinéfilos.

Tócala otra vez, Sam

Otra de las razones por las que Casablanca es recordada es por la canción "As time goes by", a la que hace referencia esta famosa frase que curiosamente no se dice en la película, lo que Ilsa dice es: "Tócala , Sam, toca As time goes by" y la frase de Rick es: "la has tocado para ella, asi que puedes tocarla para mí, tócala". Esta canción hizo posible también su creación, ya que los autores de la obra de teatro en la que está inspirada las escribieron tras oirla.

Iba a llevar el mismo título que el musical en que se basa, pero los productores quisieron cambiarlo para que sonara más exótico y por tanto más comercial. Los diálogos también sufrieron modificaciones en otros países como España e Italia debido a sus conotaciones políticas. Ilsa no sabía con quien iba a quedarse hasta el mismo día en que se rodó la secuencia final. En un principio se pensó en Ronald Regan y Ann Sheridan como protagonistas, y se quería que la dirigiese William Wyler. Se cree que el reparto final se debe a cuestiones meramente ecónomicas.

Podríamos seguir enumerando miles de anécdotas, pero lo importante es que al final... siempre nos quedará Casablanca.

Ficha técnica y artistica:

Título Original: Casablanca
Nacionalidad: EE.UU., 1942
Duración: 98 minutos
Dirección: Michael Curtiz
Guión: Julius J. y Philip G. Epstein, Howard Koch y Casey Robinson (no acreditado)
Basado en: la obra teatral "Everybody comes to Rick´s" de Murria Burnett y Joan Allison
Productor: Hal B. Wallis para Warner Bross
Productor ejecutivo: Jack L. Warner
Director de Fotografía: Arthur Edeson
Montaje: Owen Marks
Dirección artística: Carl Jules Weyl
Decorados: George James Hopkins
Música: Max Steiner (canciones de M.K. Jerome, Jack Schol y Herman Hupfeld)
Reprato: Humphrey Bogart (Rick), Ingrid Bergman (Ilsa), Paul Henreid (Victor Laszlo), Claude Rains (Capitán Renault), Conrad Veidt (Mayor Strasser), Sydney Greenstreet (Ferrari), Peter Lorre (Guillermo Ugarte), Medeleine LeBeau (Ivonne), Dooley Wilson (Sam)

Fuentes:

lunes, 18 de febrero de 2008

Wolfgang Amadeus Mozart: das Genie

En algún momento de la segunda mitad del siglo 18, en algún lugar de Viena (Austria), el violinista y compositor Leopold Mozart le compraba a su hijo un violín para que se entretuviese con él, como si de un juguete se tratara. Una vez en casa, en Salzburgo, Leopold es visitado por dos colegas, Wenzel (músico de la corte) y Schatner, para ensayar una pieza recién compuesta por el primero. El niño pide a su padre que le deje doblar la parte de la que se encargaba Schatner con su nuevo violín y, aunque al principio se opone, Leopold accede a la petición de su hijo al no poder acallar el berrinche, con la condición de que tocara muy bajo para no entorpecer sus ensayos. Sin embargo, la sorpresa de los tres hombres es infinita, cuando escuchan al pequeño frotar el arco sobre las tensas cuerdas del violín. Desde el primer al último compás, la precisión musical de éste es insuperable. El niño del que hablamos no era otro que Wolfgang Amadeus Mozart, quien, ya en sus inicios como músico, mostraba unas aptidudes excepcionales.

Mozart nació el 27 de enero de 1756, en Salzburgo, Austria. Como ya hemos mencionado, su padre era violinista y compositor de profesión, por lo que el entorno de Mozart estaba plagado de estímulos musicales desde su pequeñez, algo que probablemente influyó bastante en su enorme talento para esta arte. Esta cualidad fue rápidamente descubierta por su padre, quien hizo todo lo posible para fomentar la gran capacidad de su hijo y potenciarla al máximo. Por ello, Mozart fue llevado de gira por su padre después de sus primeros años (recorridos a la derecha), para mostrar su talento a la aristocracia de la sociedad contemporánea. La fascinación que despertaba en todo el que lo escuchaba tocar era tal, que pronto personajes importantes de la época le realizaron graves encargos. Así, con doce años, el emperador austriaco le encomendó la tarea de componer una ópera: La finta semplice. El resultado fue tan asombrosamente bueno, que muchos pensaron que había sido compuesta por su padre y no por él. La consecuencia de esto fue que no pudo ser representada.

Pero hechos como el último no consiguieron frenar la ascensión hacia la cúspide profesional de Mozart. El compositor siguió creando obras maestras una tras otra, como si su imaginación fuese una fuente inagotable de inspiración. Mozart no hizo ascos a ningún instrumento. Era capaz de imaginar combinaciones de los sonidos de todos los instrumentos junto con otros. Sin embargo, sí es cierto que dedicó más tiempo al piano, el cual usaba para componer piezas para su propio disfrute y era el que más dominaba. También hay que tener en cuenta que determinados instrumentos, como los de viento, no eran tan perfectos en su época como lo son ahora, por lo que no ofrecían tantas posibilidades. Aun así, Mozart supo sacar lo mejor de ellos en distintas ocasiones como, por ejemplo, en Concierto para clarinete, K. 622 o Concierto para flauta y arpa, K. 299, aunque es cierto que se aprecia menos ambición en tales composiciones que en las que realizaba con su instrumento favorito.

Quizá por rechazos hacia su casi omnipotente capacidad como el antes descrito, Mozart fue el primer músico que, en 1781, decidió crear y vivir por si propia cuenta y riesgo, sin tener ningún mecenas que lo financiase. Aunque fracasó, marcó un precedente y sus seguidores ya no trabajarían a merced de nadie nunca más. Como vemos, hasta en ese aspecto, Wolfgang Amadeus Mozart fue más allá que cualquiera de su época. El genio murió en 1791 en Viena, pero había llegado tan lejos en la música, que aún nadie lo ha alcanzado.

Fuentes:

sábado, 16 de febrero de 2008

Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo

Muchas veces recordamos los logros de la humanidad a lo largo de la Historia en forma de cruentas batallas y gloriosas victorias guerreras, pero también hay que hacerlo desde su esplendor y su magnificencia artística. Con gran mérito, nuestros antepasados nos dieron las bases del arte actual, creando con esfuerzo obras de impresionante belleza y enorme envergadura, y mostrándonos como el ser humano también es capaz de crear maravillas.

Catalogadas en época helenística (siglo II A.C.), y teniendo como referencia los listados de los historiadores y viajeros griegos, se cree que la lista original de las Siete Maravillas de la antigüedad fue hecha por Antiparo de Sidón según unos, o por Philo de Bizancio según otros. Su procedencia griega explica la fuerte influencia de esta civilización en el criterio de elección de las obras, ya que sólo aparecen las pertenecientes al mundo que ellos conocían y se descartan las maravillas chinas, debido al poco contacto entre ambas civilizaciones en la época.

Que fueran 7 las Maravillas y no otro número es por la noción mística que se tiene de él. Siete son las veces que se deben perdonar según los hebreos, siete son los pecados capitales que aparecen en el Antiguo Testamento, al séptimo día Dios finalizó la creación del mundo y descansó, de ahí los días de la semana y el domingo de descanso, según el Génesis, y siete es el número de astros visibles en aquella época (el Sol, la Luna y 5 planetas). Por tanto, el 7 era considerado como el número perfecto.

Las Maravillas fueron construídas en diferentes etapas de la Historia Antigua, y su duración en el tiempo también fue variable. De todas, solamente una a perdurado hasta nuestros días: las Pirámides de Gizeh, con más de 4.500 años de vida. Las demás han llegado hasta nosotros a través de las descripciones de los cronistas helenísticos, puesto que poco a poco fueron cayendo víctimas sobretodo de los terremotos.

En su época, estas obras se consideraron dignas de ser visitadas y admiradas por mostrar la grandeza de la creación humana. Actualmente, son una prueba de conocimiento cultural y general.


1. Las Pirámides de Gizeh

Es la más antigua de las Maravillas, pero sin embargo la única superviviente. Las pirámides más antiguas datan del 2750 antes de Cristo, pertenecen al Antiguo Imperio del Bajo Egipto y actualmente conservamos unas ochenta. Se considera a Inhotep el arquitecto inventor de las pirámides, que servían como tumbas de los faraones. Años después se pasó a utilizar el sepulcro subterráneo.

Nos situamos en Gizeh, una vasta llanura situada a las afueras de la antigua capital de Egipto, Menfis. En esta necrópolis abundan las construcciones funerarias, puesto que es el cementerio donde van a parar todos los habitantes de la capital. Las más sobresalientes son las tumbas de los faraones Keops, Kefrén y Micerinos, construídas en el siglo XXV a. C. Sus pesados bloques de granito miden un metro de altura y se montan unos encima de otros, creando una forma piramidal de unos 51 grados de inclinación de los lados. A los alrededores se encuentran otras edificaciones menores. La construcción con materiales tan pesados y tan pocos recursos hace que nos sorprendamos más aún de su grandiosidad. Actualmente, casi 5.000 años después, la humanidad no ha logrado crear nada semejante. Las construcciones modernas, ni con todos los medios, consiguen multiplicar el peso de estas pirámides.

Durante mucho tiempo se ha especulado sobre la utilización de esclavos durante la construcción de estas maravillas, pero en realidad no es la utilización del término tal y como lo imaginamos. Para el trabajador egipcio, ser llamado para construir las pirámides era un honor y un servicio a sus venerados dioses y, tras el paso por la construcción de éstas, volvían a sus habituales trabajos. Pero esta creación no se debe solamente a una civilización fuertemente estructurada, sino también a un gran avance técnico. Los egipcios conocían la rueda, de la que se servían para medir y cortar de forma uniforme los bloques de piedra, y utilizaban troncos de madera para ayudarse a trasladarlos.

La pirámide más importante y grande es la del faraón Jofu, denominado Keops por Herodoto en su famoso libro de historia. Fue terminada alrededor del año 2570 a. C. y tardó 20 años en completarse. Mide 146,6 metros de altura, 230 de ancho y está compuesta de más de 2.300.000 de piedras. Dentro la iluminación corre a cargo de las antorchas. El sarcófago será bien escondido de los ladrones, que corren el riesgo de acceder a una falsa cámara sepulcral en vez de a la verdadera. Aún así, de las tres pirámides, sólo la de Micerinos permanecerá intacta hasta su expedición arqueológica.

Algunas citas célebres serán las de: Abd-ul-Latif, quien dijo que "todas las cosas temen el tiempo, pero el tiempo tiene miedo a las pirámides"; y la de Napoleón que, mostrando altas dosis de liderazgo y oratoria, animó a sus hombres en una expedición a Egipto cuando todavía era Primer Cónsul pronunciando las conocidas palabras "desde lo alto de estas pirámides, veinte siglos nos contemplan".

Parte de la piedra usada en su construción fue removida por los habitantes de El Cairo durante la Edad Media para construir viviendas, palacios y obras públicas.

Por último, hay que destacar una contemporánea de las pirámides: la esfinge, escultura que representa un león con rostro humano creado a partir de un montículo de caliza.

2. Los Jardines colgantes de Babilonia

Según dicen los relatos el rey de Babilonia Nabucodonosor se caso con Amyitis, la hija del rey de los Medos para de esta manera sellar la alianza entre ambos monarcas. Esta mujer acostumbrada a las montañas llenas de vegetación de su país no lograba acostumbrarse a las planicies soleadas y yermas de Babilonia. Por ello, el rey Nabucodonosor ordenó la construcción de los jardines. Éstos eran una especie de zigurat con enormes plataformas planas que contenían tierra de tal manera que pudieran albergar incluso árboles. De esta manera se construyó una montaña artificial. Como en la mesopotamia la piedra era escasa, la estructura debió fabricarse con ladrillos, lo que presentaba el inconveniente de necesitar una aislación hidrófuga para impedir que la humedad de la tierra deteriorara esta estructura. Para ello los babilonios recurrieron a recubrir los lugares donde la tierra iba alojada con asfalto y en algunos casos con plomo. Aún hoy en dia se ignora si estos jardines existieron o no en realidad o esto es tan solo una leyenda.
Los Jardines colgantes de Babilonia. Construidos en 605 adC - 562 adC. Ubicados en la ciudad de Babilonia, actual Iraq. Perduraron hasta no más allá de 126 adC, cuando la ciudad fue destruida definitivamente por los partos.

3. El Templo de Artemisa en Éfeso

Éfeso es una de las principales ciudades de Jonia en la costa este de Asia Menor, a orillas del mar Jónico. Desde siempre había sido un centro de culto de la diosa Artemisa, protectora de la caza, la naturaleza y los animales salvajes y la fertilidad, después llamada Diana por los romanos.

El templo de Artemisa o Artemision en Éfeso (actual Turquía). Construido hacia 550 adC y destruido por un incendio intencionado en 356 adC, Alejandro Magno ordenó su reconstrucción, culminada tras su muerte en el año 323 adC. Este nuevo templo, que debe ser considerado como el incluido dentro de la lista de las maravillas, fue destruido a su vez por los godos durante un saqueo en el año 262.

4. La Estatua de Zeus en Olimpia

En la Élide, ciudad al noroeste del Peloponeso, encontramos Olimpia, el principal santuario y lugar de culto de Zeus en Grecia. Bajo la atenta mirada de su monte más alto, el Olimpo, el festival de Zeus celebraba cada 4 años desde el 776 a. C. los famosos Juegos Olímpicos u Olimpiadas. A medida que estos juegos fueron creciendo en importancia, se fueron desarrollando más estructuras en la zona, entre ellos estadios y templos.

El Templo más importante fue el de Zeus, terminado de construir en el 457 a. C. Fue diseñado por Libón de Élide, con unas dimensiones enormes: 28 metros de ancho por 64 metros de largo, 20 metros de alto, y con columnnas de orden jónico de más de 2 metros de diámetro. En los frontones podemos ver mitos sobre las Olimpiadas, como es el de su origen, en el que Pélope vence atléticamente a Enomao para conseguir casarse con Hipodamia. Éste será uno de los grupos escultóricos más importantes del arte clásico griego.

Pero para los devotos del dios esto no era suficiente, y el templo debía tener algo que le distinguiera del resto de templos y que lo hiciera magnífico y único: una colosal estatua. El encargo fue encomendado al fabuloso escultor ateniense Fidias, que concluyó su obra sobre el 430 antes de Cristo. La Estatua de Zeus se ubica dentro del propio templo a pesar de su gran tamaño, de aproximadamente 7 metros de altura y 13 de ancho, y muestra al dios sentado en su trono. Está realizada en oro y marfil (técnica «crisoelefantina») sobre un centro de madera, y el trono es a su vez decorado con pinturas. Fidias sigue los ideales de equilibrio, belleza y armonía formal imperantes en la época. Era tan impresionante, que el emperador Calígula trató de transportar la estatua a Roma en barco, sin conseguirlo.

En el año 392 a. C. el emperador Teodosio el Grande prohibió el culto pagano. Hay diferentes teorías sobre la desaparición de esta maravilla. Algunas sitúan su fin en el siglo VI d. C., unos mil años después de ser construída, a causa de unos terremotos. Otras lo hacen pocos años después de su construcción, en el 426 a. C., por la orden de Teodosio II de demoler los monumentos de Olimpia. Y por último, se dice que la estatua fue llevada a Constantinopla donde se incendió en el 462 d. C.


5. El Mausoleo de Halicarnaso

En Halicarnaso, un estado de la Asia Menor (actual Bodrum, Turquía), el próspero reino de Mausolo ha hecho de ésta una ciudad importante. Pero tras 24 años gobernando, Mausolo muere en el 353 a. C. y es sucedido por su esposa y hermana Artemisia.

La viuda decide no reparar en gastos para hacer ver a la ciudad que jamás volvería a vivir una época tan fructífera como la regida por Mausolo, y para mostrar su reconocimiento crea la sepultura más especial de la Historia: el sepulcro de Mausolo o Mausoleo, término que actualmente utilizamos para designar a esta clase de monumento fúnebre.

La tumba fue construída por los arquitectos Sátiros y Piteas, partiendo de un podio rectangular de mármol sobre el que reposa una columnata de orden jónico (36 columnas) que sostiene una pirámide escalonada. En lo más alto, una estatua representa una cuádriga. Aparte de su gran altura, de unos 50 metros, es rico en adornos y frisos de gran belleza. Para ello contó también con famosos artistas griegos como Briaxis, Timoteo, Leucastes y Escopas, que se encargaron de realizar sus numerosos relieves y estatuas.

Tardó en realizarse desde el 370 a. C. hasta el 351 a. C. El reinado de Artemisa fue muy corto, tan sólo 2 años, por lo que los artistas decidieron concluir la obra por su cuenta. 16 años más tarde, Alejandro Magno destruye la ciudad, pero el Mausoleo permanece intacto hasta 1404, año en que lo destruye un terremoto. Algunas piedras se utilizaron para crear una fortaleza para combatir a los turcos. Los restos quedaron sepultados hasta que en una excavación en 1522 fue encontrado de nuevo y, según dicen, destruido por las autoridades islámicas de la época que prohibían la representación de figuras humanas.


6. El Coloso de Rodas

Nos situamos en el mar Egeo, a 18 kilómetros de la costa. Allí se encuentra la más importante de las islas Espóradas: Rodas, capital del Dodecaneso (un archipiélago formados por una veintena de islas). Esta situación geográfica privilegiada es la que convirtió a Rodas en el mayor centro económico y comercial del Mediterráneo Oriental.

Tras la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a. C., los Diádocos («sucesores») pelearon por repartirse los restos de su Imperio. La ciudad de Rodas apoya a Tolomeo II Filadelfo, que ya tenía en su poder Egipto. Esto irritó a otro de los diádocos, Antígono, que envió a su hijo Demetrio I Poliarcetes rey de Macedonia a conquistar la ciudad de Rodas. Demetrio gozaba de gran privilegio como estratega militar, principalmente en los asedios. Con un ejército de 40.000 hombres, cantidad mayor que la población de Rodas, hizo uso de la técnica "Poliarcética" para atacar las grandes murallas y excelentes fortificaciones de la ciudad. Pero los habitantes consiguieron resistir hasta que Tolomeo envía una flota desde Egipto, haciendo replegarse a las tropas de Demetrio.

Para festejar la victoria, la ciudad decide levantar un monumento en homenaje a Helios, el dios del sol griego, en la entrada del activo puerto. Las obras irán desde el 294 al 282 antes de Cristo y serán dirigidas por Cares de Lindos, discípulo del escultor griego Lisipo. La estatua recibe el nombre de Coloso por sus gigantescas dimensiones (entre 30 y 35 metros de altura). Estaba hueca por dentro, y por fuera las placas de bronce cubrían su estructura de hierro y piedra. Los barcos podían divisarla desde muy lejos y pasar por debajo de sus piernas para entrar al puerto debido a su gran tamaño, aparte, su fama atrajo a viajeros de todo el mundo.

Es la más efímera de las maravillas, puesto un terremoto le debilitó las rodillas y se desplomó en el 224 a. C., 60 años después de su erección. Con él, habían sido 5 las maravillas en pie en un mismo tiempo. Tolomeo ofreció ayuda a los habitantes para reconstruir el Coloso, pero éstos se negaron temiendo que el terromoto hubiera sido provocado por el dios Helio, ofendido por su parecido con la estatua. Siguiendo los consejos de un oráculo, dejaron yacer sus restos donde cayeron. 900 años después, en el 654 d. C., los musulmanes se apoderaron del bronce como botín en una incursión.

Habían de pasar 2.000 años hasta que el hombre realizara una estatua colosal que superara su tamaño.


7. El Faro de Alejandría

A diferencia de las demás maravillas, ésta no va a ser un edificio o escultura, sino una torre de luces para facilitar la navegación (indicar el camino a los barcos).

En el año 331 antes de Cristo, Alejandro Magno fundó la ciudad costera de Alejandría en el recién conquistado Egipto. Se ubicó a 20 kilómetros de la desembocadura del Nilo para evitar que los sedimentos del río obstruyeran el puerto y, aparte del puerto marítimo, se construyó un puerto fluvial conectado mediante un canal. Esta liberación del dominio persa hizo que los lazos entre griegos y egiptos se estrechara, de forma que la nueva capital egipcia se convirtió en un importante foco de la cultura helena y de relaciones comerciales.

Cuando Alejandro murió, el rey Tolomeo II Filadelfo, de origen griego, se encargó de terminar la ciudad y decidió contruir en ella una torre de mármol blanco en la isla de Faros (en griego, Pharos, que dará lugar al término como hoy lo conocemos), que se encargara de guiar a los barcos a puerto. Las obras comenzaron alrededor del 285 a. C. y duraron aproximadamente 30 años. El arquitecto que las dirige será Sostrato de Cnido.

El faro tenía planta poligonal y estaba dividido en 3 secciones, con una altura, según se afirmaba, de 113 metros. Por las noches, la luz provenía de un fuego encendido en lo alto de la torre y reflejado mediante espejos, y durante el día se utilizaban los espejos para reflejar la propia luz solar. Para la época, aparte de ser una construcción única en el mundo, era la segunda más alta después de las pirámides.

En el siglo XIV, tras unos 1.600 años de vida, el Faro se derrumba por causas naturales, principalmente debido a los terromotos que la habían ido debilitando poco a poco. Sus restos se reutilizaron para construir una fortaleza cercana.


Fuentes
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martes, 12 de febrero de 2008

La balsa de la Medusa (T. Géricault, 1818-1819)

El dos de julio de 1816, la fragata Medusa perteneciente al ejército francés naufragó frente a la costa oriental africana de camino hacia la colonia francesa de St. Louis, actualmente Senegal. Al no haber suficientes botes salvavidas se improvisó una balsa en la que se instalaron 150 pasajeros, pero al poco la tripulación de los botes notó que era demasiada carga arrastrar la balsa para los pequeños bote, por lo que abandonaron a los 150 pasajeros de la balsa. Desde ese momento dependerían absolutamente de su suerte. Los náufragos navegaron a la deriva durante trece días, tiempo en el que sufrieron auténticas situaciones de locura, muerte y canibalismo. Cuando, finalmente, la barca fue encontrada por un navío francés, sólo quedaban 15 personas con vida, cinco de las cuales murieron tras el rescate. Las altas esferas ocultaron el suceso, pero, en otoño de 1817, los supervivientes publicaron el relato que provocó una oleada de repulsa hacia el ejército, por lo que fue censurado y juzgado el capitán de la Medusa.

Por su parte, Géricault expuso Los náufragos de la Medusa en 1819. Se trataba de un enorme lienzo pintado al óleo de 491x716cm que plasmaba el sufrimiento vivido por los pasajeros abandonados del barco francés. Por ello, el cuadro fue receptor de multitud de críticas, muy duras algunas de ellas. Estilísticamente tiene un predominio del color sobre el dibujo, característica principal del romanticismo. Además, el autor muestra la escena con un realismo macabro, deteniéndose en la anatomía resaltada de los náufragos moribundos, para lo cual reunió decenas de cadáveres en su estudio para realizar análisis anatómicos; y componiendo las figuras a base de líneas serpenteantes y espirales, lo que imprime más dramatismo a la escena. La visión es completamente dantesca, pues la balsa está medio deshecha por el oleaje, los cuerpos de los muertos se ven putrefactos, mutilados, desperdigados... El pintor estuvo ocho meses rodeado de cadáveres y de una réplica de una balsa similar a la del suceso (creada por el autor de la original, superviviente del desastre) para poder empezar a realizar el cuadro.

A pesar de que las figuras que Géricault diseñó estaban perfectamente modeladas y del magnífico claroscuro que utiliza, que recuerda al gran Caravaggio y que debió de resultar conocido al público gracias al neoclasicismo, las críticas populares no se focalizaron sobre el estilo de la obra, sino hacia su contenido. No se podía entender que Géricault no eligiera un tema clásico, heroico o edificante como mandaban los cánones académicos. Tampoco se comprendía el porqué de tratar el naufragio, puesto que se suponía que las representaciones de desastres debían evocar un destino humano universal, sin resultar demasiado concretas o personales, ni afectar el ánimo del espectador. En cambio, nuestro pintor se centró, impresionado y avergonzado, en un hecho real que implicaba un gravísimo error humano. Ante los ojos del espectador, solamente desfilan la galería de expresiones humanas que componen la obra, no hay nada que intermedie entre el observador y el acontecimiento representado. La combinación inquietante de figuras idealizadas y la agonía que plasma con extremado realismo, así como su gigantesco tamaño y la minuciosidad de los detalles, desataron una tormentosa controversia entre los artistas de tradición neoclásica y los que tenían una opinión diferente de los temas que debía tratar la pintura.


Géricault rompió con todas las reglas temáticas del neoclasicismo en este cuadro, pero sí respetó las de la composición. Podemos observar la pirámide que forman las personas en la balsa (cuyas figuras evocan la forma de representarlas de Miguel Ángel) que está coronada por un hombre de color negro (que ondea una pieza de tela para llamar la atención de los barcos). Mediante esta composición se pretende dar solidez al cuadro, lo que contrasta con el caos del oleaje. La importancia del lugar que otorga al personaje negro puede estar en concordancia con la lucha por abolir la esclavitud que se acababa de iniciar. Por otro lado, el hombre que agita el trapo blanco muestra la esperanza por la salvación. A la izquierda del lienzo, un hombre de avanzada edad se cubre por un manto rojo dando la espalda al barco creando un punto de impacto visual hacia el cual se va la mirada rápidamente. Esta figura es antagónica a la anterior, ya que es símbolo de la desesperanza que impregna toda la escena plagada de cadáveres. Sin embargo, gracias a las diagonales en ascendente creadas en el cuadro a través de los brazos de los hombres, llegamos a la figura del hombre negro y la esperanza exaltada por la agitación del paño, haciéndonos recobrar las fuerzas por vivir, curioso y original recurso de Géricault. El barco que salvará a los náufragos no se averigua en el lienzo, pero sí los obstáculos, ya que unas grandes olas abaten la barca al tiempo que el viento sopla en contra, dejando a la suerte y el azar la salvación de los moribundos supervivientes. Es precioso como Géricault plasma el viento en los personajes. Mientras el anciano con el llamativo manto rojo ha curvado su cuerpo a favor del viento, como sinónimo de rendición a la muerte, los jóvenes de la pirámide contonean su cuerpo en contra intentando salvarse del trágico destino. Podemos observar que la colocación de los personajes no es arbitraria, sino que en la parte inferior ha colocado a cadáveres y al anciano, y encima a los que buscan la salvación, contraponiendo en ese poco espacio los dos grandes temas de la muerte y la vida respectivamente. Como anécdota hemos de puntualizar que Eugéne Delacroix posó para su amigo y aparece como la figura muerta de primer plano que sostiene el anciano del manto rojo. A su vez, Delacroix le correspondió, retratando a Géricault como uno de los muertos en el infierno que cruza su Barca de Dante.


Théodore Géricault nació en Ruan (1791) y murió en París (1824). Fue la figura principal del romanticismo francés. La proyección de Géricault se limitó solamente a doce escasos años, pero dio lugar a una gran colección artística. Era un amante reconocido de la naturaleza y un apasionado por los caballos, lo que le dio a realizar cantidad de esbozos y cuadros de estos animales, cuya realidad y dinamismo no han sido superados por prácticamente ningún otro pintor. Una de sus primeras obras fue Retrato de un oficial de los cazadores dirigiendo una carga, la cual expuso en el salón internacional de 1812 lo que le dio a conocer. Sus obras con carácter apasionado y vehemente supusieron una ruptura con el Neoclasicismo e introdujeron el primer Romanticismo. Estilísticamente se vio influido por los estudios de la antigüedad desarrollados en el siglo XIX y por los maestros de los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, Géricault no sólo se conformó con esto pues abrió camino hacia el impresionismo con uno de sus últimos cuadros: Derby en Epson (a la izquierda). Residió dos escasos años en Italiano que despertó en él una verdadera pasión por Miguel Ángel. Murió a causa de una caída montando a Caballo, cuando estaba trabajando en una serie de retratos de enfermos mentales. Géricault pasó a mejor vida, con la temprana edad de 33 años, pero inmortal a los ojos de los que observan sus obras. En 1998 el director de cine Iradj Azmi, realizó la película La balsa de la medusa.


Fuentes:

  • CALVERA, C. El Naufragio de La Medusa. Abraxas, 2005
  • TOMAN, R. Neoclasicismo y Romanticismo. Konemann, 2006
  • Enciclopedia Historia universal del arte. Olimpo, 1994